Wednesday, April 11, 2012

La vida relajada de los delfines en el Oceano

La fascinante sociedad de los delfines desarrolla un estilo de vidaextremadamente complejo, libre y abierto.

LO BÁSICO:

Los mamíferos sociales generalmente viven en grupos bien definidos y organizados. Los delfines “nariz de botella” de la bahía Shark, enAustralia, tienen poblaciones que se superponen con otros delfines de la zona. Pero aunque los machos de esta población de delfines no defienden activamente su territorio, establecen relaciones extremadamente complejas.

Ha sido  identificada una sociedad llamativamente abierta de delfines nariz de botella en el oeste de Australia. La mayoría de los mamíferos, incluidos los seres humanos, viven en zonas con reglas determinadas. Esta población de delfines, descrita en Proceedings of the Royal Society B, no posee estos límites a pesar de que las relaciones entre los delfines pueden ser increíblemente intensas.

“Otros mamíferos con relaciones sociales complejas viven en grupos semi-cerrados con una o más hembras reproductivas”, declaró a Discovery Noticias Richard Connor, co-autor del informe, añadiendo que los grupos o territorios de estos animales “están defendidos por uno o ambos sexos”.

“Una sociedad abierta es aquella que no posee esa clase de límites preestablecidos”, añadió Connor, profesor de biología de la Universidad de Dartmouth.

Él y sus colegas, Srdan Randic, William Sherwin y Michael Krutzen, examinaron la organización y el comportamiento de más de 120 delfines adultos en un estudio exhaustivo desarrollado en la bahía de Shark, al oeste de Australia. Para ello, se enfocaron especialmente en los machos y en sus complejas vidas sociales.

También descubrieron que los delfines nariz de botella machos practican una bisexualidad intensa, combinada con períodos de homosexualidad exclusiva. Parejas y hasta tríos de machos colaboran entre sí para secuestrar y trasladar a las hembras durante la temporada de apareamiento. La mayoría de los machos también forman parte de otras alianzas de segunda clase, formadas por entre cuatro y catorce ejemplares. Esas relaciones parecían ser más duraderas, ya que se observó que un grupo de siete miembros continuaba interactuando después de 17 años.

En un principio, los investigadores pensaron que los delfines vivían de forma similar a los chimpancés, cuyos machos también establecen relaciones muy fuertes. Pero los chimpancés suelen patrullar y defender los territorios de su comunidad. Debido a la amplitud de su hábitat en aguas abiertas, los delfines de la bahía de Shark pueden superponerse con otros delfines que viven en la zona.

Y aunque los delfines pueden ser agresivos, su estilo de vida de “hacer el amor y no la guerra” parece volverlos más pacíficos que otros mamíferos, incluyendo a los humanos.

“Hemos observado muy poca agresión entre las hembras”, manifestó Connor. “Aunque sí ocurre, probablemente es menos frecuente y más sutil”.

Y a pesar de que los machos son “capaces de manifestar agresiones graves”, “no suelen agredirse constantemente”, añadió.

Los mamíferos terrestres simplemente podrían estar más aferrados a su territorio básico, a pesar de que la supervivencia general está condicionada por la dependencia mutua tanto de los humanos como de los delfines.

Connor y su equipo creen que el grupo formado por delfines y cachalotes, seres humanos y elefantes forman un “trío” particular dentro del reino animal, debido a que todos tienen cerebros desarrollados, llevan vidassociales complejas, pueden superponer sus territorios y poseen un rango relativamente bajo de costo físico de locomoción. Los elefantes tienen el costo de locomoción más bajo registrado para cualquier animal terrestre.

“Las crías de  elefantes no pueden correr ni esconderse. Son como “filetes gigantes”, explicó Connor.

Es posible entonces que algunas de las características compartidas por este “trío” animal favorezcan las alianzas, lo que podría haber contribuido al desarrollo cerebral, al conocimiento social y mucho más.

Además, los períodos de gestación similares también conectan a este “trío” de animales. Los elefantes tienen un período de gestación de 22 meses. El embarazo, sin duda alguna, es más lento en las futuras madres humanas. Y lo mismo sucede con las hembras de los delfines.

Shawn Noren, del Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad Santa Cruz de California, donó un equipo de buceo e investigó a algunas hembras de delfín preñadas. Noren descubrió que tenían “grandes protuberancias en el lugar en el que estaba ubicado el feto, en la parte trasera del cuerpo”. Esto hacía que las hembras se movieran menos y más lentamente y que dependieran de su grupo para su protección y alimentación.

Pero a pesar de su estilo de vida abierto, no todo es diversión en el mundo de los defines machos.

“La relación entre los delfines machos y su vida social es muy intensa. Parecería que viven en un drama constante”, aseguró Connor.

“Mientras observaba esas alianzas y relaciones complejas, pensaba que sus vidas sociales deberían ser mental y físicamente agotadoras. Me alegro de no ser un delfín”, afirmó.

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